Cuando el fuego puede ser prendido en campo abierto, no esperes a hacerlo en
su interior; hazlo cuando sea oportuno.
Cuando el fuego sea atizado par el viento, no ataques en dirección contraria
a éste.
No es eficaz luchar contra el ímpetu del fuego, porque el enemigo luchará en
este caso hasta la muerte.
Si ha soplado el viento durante el día, a la noche amainará.
Un viento diurno cesará al anochecer; un viento nocturno cesará al amanecer.
Los ejércitos han de saber que existen variantes de las cinco clases de
ataques mediante el fuego, y adaptarse a éstas de manera racional.
No basta saber cómo atacar a los demás con el fuego, es necesario saber cómo
impedir que los demás te ataquen a ti.
Así pues, la utilización del fuego para apoyar un ataque significa claridad,
y la utilización del agua para apoyar un ataque significa fuerza. El agua
puede incomunicar, pero no puede arrasar.
El agua puede utilizarse para dividir a un ejército enemigo, de manera que
su fuerza se desuna y la tuya se fortalezca.
Ganar combatiendo o llevar a cabo un asedio victorioso sin recompensar a los
que han hecho méritos trae mala fortuna y se hace merecedor de ser llamado
avaro. Por eso se dice |
que un gobierno esclarecido lo tiene en cuenta y que un buen mando militar
recompensa el mérito. No moviliza a sus tropas cuando no hay ventajas que
obtener, ni actúa cuando no hay nada que ganar, ni luchan cuando no existe
peligro.
Las armas son instrumentos de mal augurio, y la guerra es un asunto
peligroso. Es indispensable impedir una derrota desastrosa, y por lo tanto,
no vale la pena movilizar un ejército por razones insignificantes: Las armas
sólo deben utilizarse cuando no existe otro remedio.
Un gobierno no debe movilizar un ejército por ira, y los jefes militares no
deben provocar la guerra por cólera.
Actúa cuando sea beneficioso; en caso contrario, desiste. La ira puede
convertirse en alegría, y la cólera puede convertirse en placer, pero un
pueblo destruido no puede hacérsele renacer, y la muerte no puede
convertirse en vida. En consecuencia, un gobierno esclarecido presta
atención a todo esto, y un buen mando militar lo tiene en cuenta. Ésta es la
manera de mantener a la nación a salvo y de conservar intacto a su ejército.
CAPITULO XIII
Sobre la concordia y la discordia
Una Operación militar significa un gran esfuerzo para el pueblo, y la guerra
puede durar muchos años para obtener una victoria de un día. Así pues,
fallar en conocer la situación de los adversarios por economizar en aprobar
gastos para investigar y estudiar a la oposición es
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