Por ello, lo que retiene a los adversarios es el daño, lo que les mantiene
ocupados es la acción, y lo que les motiva es el beneficio.
Cansa a los enemigos manteniéndolos ocupados y no dejándoles respirar. Pero
antes de lograrlo, tienes que realizar previamente tu propia labor. Esa
labor consiste en desarrollar un ejército fuerte, un pueblo próspero, una
sociedad armoniosa y una manera ordenada de vivir.
Así pues, la norma general de las operaciones militares consiste en no
contar con que el enemigo no acuda, sino confiar en tener los medios de
enfrentarte a él; no contar con que el adversario no ataque, sino confiar en
poseer lo que no puede ser atacado.
Si puedes recordar siempre el peligro cuando estás a salvo y el caos en
tiempos de orden, permanece atento al peligro y al caos mientras no tengan
todavía forma, y evítalos antes de que se presenten; ésta es la mejor
estrategia de todas.
Por esto, existen cinco rasgos que son peligrosos en los generales. Los que
están dispuestos a morir, pueden perder la vida; los que quieren preservar
la vida, pueden ser hechos prisioneros; los que son dados a los
apasionamientos irracionales, pueden ser ridiculizados; los que son muy
puritanos, pueden ser deshonrados; los que son compasivos, pueden ser
turbados.
Si te presentas en un lugar que con toda seguridad los enemigos se
precipitarán a defender, las personas |
compasivas se apresurarán invariablemente a rescatar a sus habitantes,
causándose a sí mismos problemas y cansancio.
Estos son cinco rasgos que constituyen defectos en los generales y que son
desastrosos para las operaciones militares.
Los buenos generales son de otra manera: se comprometen hasta la muerte,
pero no se aferran a la esperanza de sobrevivir; actúan de acuerdo con los
acontecimientos, en forma racional y realista, sin dejarse llevar por las
emociones ni estar sujetos a quedar confundidos. Cuando ven una buena
oportunidad, son como tigres, en caso contrario cierran sus puertas. Su
acción y su no acción son cuestiones de estrategia, y no pueden ser
complacidas ni enfadados.
CAPITULO IX
Sobre la distribución de los medios
Las maniobras militares son el resultado de los planes y las estrategias en
la manera más ventajosa para ganar. Determinan la movilidad y efectividad de
las tropas.
Si vas a colocar tu ejército en posición de observar al enemigo, atraviesa
rápido las montañas y vigílalos desde un valle.
Considera el efecto de la luz y mantente en la posición más elevada del
valle. Cuando combatas en una montaña, ataca desde arriba hacia abajo y no
al revés. |
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