Combate estando cuesta abajo y nunca cuesta arriba. Evita que el agua divida
tus fuerzas, aléjate de las condiciones desfavorables lo antes que te sea
posible. No te enfrentes a los enemigos dentro del agua; es conveniente
dejar que pasen la mitad de sus tropas y en ese momento dividirlas y
atacarlas.
No te sitúes río abajo. No camines en contra de la corriente, ni en contra
del viento.
Si acampas en la ribera de un río, tus ejércitos pueden ser sorprendidos de
noche, empujados a ahogarse o se les puede colocar veneno en la corriente.
Tus barcas no deben ser amarradas corriente abajo, para impedir que el
enemigo aproveche la corriente lanzando sus barcas contra ti. Si atraviesas
pantanos, hazlo rápidamente. Si te encuentras frente a un ejército en media
de un pantano, permanece cerca de sus plantas acuáticas o respaldado por los
árboles.
En una llanura, toma posiciones desde las que sea fácil maniobrar,
manteniendo las elevaciones del terreno detrás y a tu derecha, estando las
partes más bajas delante y las más altas detrás.
Generalmente, un ejército prefiere un terreno elevado y evita un terreno
bajo, aprecia la luz y detesta la oscuridad.
Los terrenos elevados son estimulantes, y por lo tanto, la gente se halla a
gusto en ellos, además son convenientes para adquirir la fuerza del ímpetu.
Los terrenos bajos son húmedos, lo cual provoca enfermedades y dificulta el
combate. |
Cuida de la salud física de tus soldados con los mejores recursos
disponibles.
Cuando no existe la enfermedad en un ejército, se dice que éste es
invencible.
Donde haya montículos y terraplenes, sitúate en su lado soleado,
manteniéndolos siempre a tu derecha y detrás.
Colocarse en la mejor parte del terreno es ventajoso para una fuerza
militar.
La ventaja en una operación militar consiste en aprovecharse de todos los
factores beneficiosos del terreno.
Cuando llueve río arriba y la corriente trae consigo la espuma, si quieres
cruzarlo, espera a que escampe.
Siempre que un terreno presente barrancos infranqueables, lugares cerrados,
trampas, riesgos, grietas y prisiones naturales, debes abandonarlo
rápidamente y no acercarte a él. En lo que a mí concierne, siempre me
mantengo alejado de estos accidentes del terreno, de manera que los
adversarios estén más cerca que yo de ellos; doy la cara a estos accidentes,
de manera que queden a espaldas del enemigo.
Entonces estás en situación ventajosa, y él tiene condiciones desfavorables.
Cuando un ejército se está desplazando, si atraviesa territorios montañosos
con muchas corrientes de agua y
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