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LOS MUERTOS SI ESTÁN MUERTOS

 

El intelecto es la fuente de toda creación en la imaginación, y la razón su verdugo. Cuando el hombre existe, quien existe es su conciencia y energía‑vital y ella estará presente mientras esa existencia vital esté dentro de lo racional. En el momento de cesar toda función vital, esa conciencia desaparece y solo queda la energía como parte del TODO.

La vida es solo un estado transitorio del intelecto consciente e inteligente que funciona en un organismo biológico que deambula por el universo.

El hombre al tener conciencia de su existencia se recoge en si mismo y sobre ese entendimiento busca prodigarse de los elementos necesarios para vivir plenamente su existencia vital.  Quienes pretendan buscar una respuesta a la continuación de su vida en otro más allá, estarán divagando en pensamientos místicos que solo los conducirá a perder el verdadero sentido de la existencia y glorificarse cada instante en su vida.

La muerte es el retorno a energía, allí no hay conciencia de existencia, sino el reencontrar la pre-existencial. En esta nada no hay la posibilidad de una  reencarnación, ni una transmutación de la vida a otro estado intangible, solo existe la energía como tal. Por lo tanto la muerte es el fin de la conciencia y la existencia-vital.

 

 

 

XI
LA RAZÓN PREMONITORIA

 

NYC Marzo 12 de 1969

 

En la búsqueda de la razón hay un pensamiento inquieto deseoso de encontrar la respuesta a sus interrogantes. Ahora bien, para empezar este capítulo sobre la razón premonitoria, quiero presentar una serie de hechos históricos que han abierto las puertas al razonar premonitorio. Estos acontecimientos se han sucedido a posteriori del razonar. Mas este razonar se presenta en nuestra mente ajena a los hechos comunes a nuestra experiencia e intuición. Pero están ahí como parte de nuestro intelecto.


El pensar no nos hace razonar y el hecho de razonar no nos hace presentir los hechos por venir.


Razonar es un ejercicio del intelecto humano, por que viene naturalmente unido de la experiencia e intuición, mas no el razonamiento premonitorio, que es un razonamiento nacido allende de la experiencia y la intuición. Al razonar premonitoriamente estamos usando hipersentidos que no nacen de la experiencia o la intuición, sino de nuestra videncia. Cuando se razona premonitoriamente se usan los hipersentidos como fuente del conocimiento y la creatividad como base del descubrimiento. Con la ayudada de estos sentidos, descubrimos en nuestro interior el fluir de un sentimiento que se va cristalizando con el devenir del tiempo.

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