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manejar el mundo que lo rodea con mayor habilidad.
Este estado en que viven los individuos que han evolucionado es de fácil reconocimiento, pues ellos tienen un comportamiento que a veces es extraño a la gran mayoría o simplemente viven sumergidos en una realidad que difiere de la cotidianidad.
Pero dentro de la globalización del individuo, casi en su totalidad los seres pertenecen a un estado donde el discernimiento no hace parte del pensamiento, por estar sobreviviendo en un mundo que les es hostil y carente de los más mínimos recursos.
Viajar al fondo de sí, no es un psicoanálisis o regresión, es tener conciencia del papel que se desempeña como ser inteligente en este universo que habitamos. Y cumplir con establecer las coordenadas que servirán de guías a las generaciones venideras.
La vida es nuestra en su plenitud y gracias a la voluntad e inteligencia que poseemos nos prodigamos las más altas gratificaciones. Nuestra conciencia está en el presente y el futuro lo construimos entrelazando el conocimiento y visión que tenemos de las cosas que nos rodean. Los logros son la respuesta a nuestra búsqueda y ellos hacen parte de la existencia llena de satisfacciones.
Todo aquel que admita que hay una fuerza superior como único camino hacia el encuentro con el YO o que piense que existe una vida después de la muerte, es un necio irracional. Pues esta malgastando su existencia con la esperanza que se materialice una ilusión.

 

 

La voluntad e inteligencia son las condiciones naturales del individuo, a través de ellas determina el libre albedrío frente a los demás hechos de la naturaleza. La naturaleza actúa en concordancia con sus propias leyes, por eso no se transgrede sino ue evoluciona. El universo funciona dentro de sus leyes y se desplaza en su espacio relativo en concordancia con su energía, y no bajo ninguna voluntad, pues carece de ella.
La voluntad y la inteligencia son nuestras herramientas para desarrollar la arquitectura biogenética para alcanzar la más alta aspiración y por último abrir las puertas al hombre infinito.
El universo existe como el conjunto infinito de todos los elementos y la vida es la parte inteligente dentro de ese conglomerado. Su condición de universo hace que se desplaza a su libre albedrío sin conciencia de error o de bien o mal, Él es la esencia de su existencia y se habita así mismo como su propia conciencia. El hombre es el resultado de esta primicia existente y por ello es dueño de él.

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