habían escrito llegaría a ser fuente donde beben quienes no tienen nada que
decir y guía forzada para nuestros poetas de hoy, habrían derramado su tinta
en el pozo del Olvido y habrían roto sus plumas con manos negligentes.
Si los espíritus de Homero, Virgilio, Al-Maary y Milton hubieran sabido que
la poesía se convertiría en el perrito faldero del rico, habrían renegado de
un mundo en el que eso pudiera ocurrir.
Me aflige oír el lenguaje de los espíritus bastardeado por la lengua de los
ignorantes. Cuando veo que el vino de las musas se derrama por la pluma de
los pretenciosos siento que mi alma desfallece.
Tampoco me encuentro aislado en el valle del Resentimiento, porque soy sólo
uno de los muchos que ven que la rana se hincha para imitar al búfalo.
La poesía, queridos amigos, es la encarnación sagrada de una sonrisa. La
poesía es un suspiro que seca las lágrimas. La poesía es un espíritu que
mora en el alma; su alimento es el corazón y su vino el afecto. La poesía
que no se presenta así es un falso Mesías.
¡Oh espíritus de los poetas, que veláis por nosotros desde el cielo de la
Eternidad!, nos dirigimos a los altares que habéis adornado con las perlas
de vuestros pensamientos y las gemas de vuestras
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almas porque estamos oprimidos por el repiqueteo del acero y el estruendo de
las fábricas. Por eso nuestros poemas son tan pesados como trenes de carga y
tan fastidiosos como silbatos de locomotoras.
Y vosotros, verdaderos poetas, olvidadnos. Pertenecemos al Nuevo Mundo, en
el que los hombres corren tras de bienes terrenos y en el que, hoy, la
poesía también es una mercancía y no un hálito de inmortalidad.
NARCÓTICOS Y ESCALPELOS
“Es inmoderado y fanático hasta la locura. Aunque es un idealista, su
finalidad literaria consiste en envenenar la mente de los jóvenes... Si
hombres y mujeres siguieran los consejos de Gibran sobre el matrimonio, se
romperían los lazos familiares, la sociedad sucumbiría y el mundo se
volvería un infierno poblado de diablos y demonios.
“Su estilo es hermosamente seductor, lo que significa el peligro de este
inveterado enemigo de la humanidad. A los habitantes de esta montaña sagrada
(el monte Líbano) les aconsejamos que rechacen las insidiosas enseñanzas de
este hereje anarquista y que quemen sus libros, para que sus doctrinas no
lleven por el mal camino a los inocentes. Leímos Alas Rotas y verificamos
que era veneno cubierto de miel.” |
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