este dios interior es la inteligencia y la razón.
28. ¿Te molesta el hombre que huele mal, o el hombre al que le huele la
boca? ¿Qué puede hacer si su boca y sus axilas son así? Es inevitable que de
tales causas se produzcan semejantes efluvios. «Pero el hombre es un ser
racional y, si se detiene a pensar, puede entender que resulta ofensivo.»
¡Bendito seas! También tú tienes razón. Estimula, pues, con tu capacidad
lógica la suya, indícaselo, adviértele. Si te escucha, se curará, y no habrá
necesidad de cólera. ¡Ni actor, ni prostituta!
29. Puedes vivir aquí de la misma forma que piensas que lo harás después de
partir. Si no te lo permiten, abandona la vida, pero convencido de que con
ello no sufres ningún mal. Como dice el dicho:
«Hay humo y me voy.» ¿Por qué ver en ello un negocio? Mientras una razón
semejante no me expulse, viviré libre sin que nadie me prohíba hacer lo que
quiero, pues lo que quiero está de acuerdo con la naturaleza de una criatura
racional y sociable.
30. La inteligencia del todo es sociable. Por ejemplo, ha hecho lo inferior
a causa de lo superior, y ha relacionado unas con otras a las cosas
superiores. Puedes ver cómo ha subordinado, coordinado y asignado a cada uno
lo que merece, e inducido a los seres superiores a vivir en buena armonía.
31. ¿Cómo has sido hasta ahora con los dioses, con tus padres, tus hermanos
y hermanas, tu mujer, tus
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hijos, tus maestros, tus preceptores, tus amigos, tus familiares, tus
criados? ¿Has observado con ellos el precepto de «no hacer ni decir nada
malo a nadie»? Acuérdate de lo que has pasado y soportado, y de que la
historia de tu vida ya está escrita y tu servicio consumado. Cuántas cosas
hermosas has contemplado, cuántos dolores y placeres has despreciado,
cuántas ambiciones ignorado, con cuántos ingratos te has comportado con
bondad.
32. ¿Cómo es que almas ignorantes e incultas confunden a otra sabia e
instruida? ¿Qué alma es sabia e instruida? La que conoce el principio y el
fin, y la razón que da forma a la sustancia toda y que, desde siempre,
gobierna el todo siguiendo cielos fijados.
33. Pronto no serás más que ceniza o esqueleto, y un nombre (y tal vez ni
siquiera eso); y el nombre, ruido y eco.
34. Puedes encaminar tu vida adecuadamente si tomas la senda correcta, si
eres capaz de pensar y actuar con rectitud. Dos cosas son comunes al alma de
dios y a la de las criaturas racionales: no ser estorbado por otro, hacer
que el bien consista en una disposición y actuación rectas, y poner en ello
el límite al deseo.
35. Si esto no es una maldad mía ni fruto de maldad mía, y no daña a la
comunidad ¿por qué me preocupo? ¿Cuál es el daño para la comunidad? |
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