conciencia sobre este
pensamiento. El manejo que se le ha dado ha sido con cierta fantasía, con
reserva, sentimientos de hechicería, creyendo que pertenece a fuerzas
ocultas o condicione
paranormales y nos hemos
apartado de la verdadera realidad.
Ahora bien, ¿por qué razonamos premonitoriamente? El ser humano ha vivido en
los últimos dos mil años bajo el signo del oscurantismo y obligado a no
pensar, no razonar, no debelar los misterios de la naturaleza y no
contradecir los preceptos y dogmas religiosos porque atenta contra la
naturaleza divina. ¿Qué naturaleza divina? Es la pregunta del razonar
premonitorio. Si razonamos premonitoriamente descubriremos el por qué de la
existencia de las cosas.
Este interrogarse es la base del razonar. A través de él descubrimos la
realidad y los caminos que conducen a entender los principios y fundamentos
del universo.
Cuando se razona premonitoriamente se llega al epicentro del conocimiento
porque es allí donde se descubren la existencia del estado de las cosas y
quien razona premonitoriamente trasmite hacia afuera ese conocimiento que ha
hallado en ese estadio y que es permanente por que no existe tiempo sino
permanencia de conciencia.
El razonar premonitorio es energía consiente que se manifiesta al presentar
imágenes en la mente de hechos que solo son reales con el devenir del
tiempo, que sorprende al pensador y que se comprueban a través de la
intuición. |
Las
civilizaciones en su constante evolución se han encontrado con una serie de
situaciones inexplicables a sus conocimientos y a su razonamiento. Al no
encontrar una respuesta cognoscitiva de los fenómenos ha creado a través de
los siglos doctrinas llamadas
espirituales para escapar a su ignorancia y explicar como
un acto de fe, hechos naturales como la muerte, que involucra al más allá, y
fenómenos paranormales que le son inexplicables a su conocimiento y
raciocinio, hechos estos que se han adquirido con la evolución de la especie
humana y con sus constantes La
condición de razonar premonitoriamente no se
le ha dado en su totalidad.
El hecho de ser un humano lo condiciona y lo limita, su ambición va más allá
de los límites de lo humano, él sabe por razonamiento premonitorio sus
alcances y sus desventajas, por ello se abstiene, se condiciona a la
realidad de su condición humana. El ser tiene más razón humana, que
razonamiento premonitorio, porque ésta condición requiere mayor manejo de la
energía existencial, que de la energía vital o biológica. Por eso la gran
mayoría esta manipulada por aquellos que medio poseen o poseen la condición
de razonar premonitoriamente.
El miedo nos hace presa fácil de los grandes manipuladores, porque ellos
conocen las limitaciones del razonar humano y es fácil vender una idea de
algo a la cual no se le puede razonar con la facilidad del instinto o del
conocimiento intuitivo. La religión ha sido el más grande manipulador y el
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