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otra razón se encontraron a
compartir su sensibilidad y a crear un medio que les prodigara los medios
para poder desarrollar su creatividad. El mundo comenzó a girar a su
alrededor y se establecieron las bases de una civilización que permitió que
el mundo se entendiera bajo un lenguaje más preciso sobre la determinación
de las cosas.
Razonar no fue problema, todo estaba ahí virgen y listo para que se le diera
el nombre que lo distinguiera de los demás elementos. Pero la evolución del
estado primitivo a la civilización hizo que el individuo en estas
condiciones se fuera alejando del estancamiento de las demás sociedades que
no pudieron asimilar la evolución. Y fue saltando de tiempo en tiempo de
civilización a civilización, hasta madurar el entendimiento que hoy se ha
estableciendo.
El hombre dejó de ser errante al entender sus necesidades y a manejar los
ciclos de la naturaleza. Su capacidad creativa se fue dando en todos los
niveles y fue forjando su medio con mayor sentido y orden para que las cosas
funcionaran acorde con sus hábitos.
La búsqueda del mundo mitológico, metafísico, espiritual y fantasmal, se
siguió como un hecho natural al no tener respuesta clara a sus
interrogantes. En ese deambular por el pensamiento, fue más fuerte la
imaginación que el raciocinio, pues ella plasmó como hechos reales, actos
que son solo fenómenos naturales y que la ignorancia los interpreta como
hechos sobre humanos o divinos. Quienes buscan allí, están perdidos en el
laberinto insondable de la irrealidad, porque no han podido saltar un
peldaño en la evolución de su humanidad. Pues ya no hay una búsqueda mítica,
lo que hay
es un encuentro con el
mundo real, aceptando la temporalidad de las cosas y viviendo la vida en
concordancia con el mundo que nos rodea y que nos prodiga el mayor bienestar
que la existencia ofrece.
La naturaleza es armonía, porque no se compite. Ella establece sus propios
parámetros para establecer puntos de referencia en el contesto de la
realidad humana. Carece de todo signo porque es una entidad pura en su forma
y es el universo en su todo.
El
hombre es un eslabón en esta sucesión de hechos reales que hace que el
universo exista porque tiene conciencia de su ser. Cada logro en este mundo
real es de todos porque no hay fronteras que separen el bienestar entre
conciudadanos. Todos no son todos porque unos no ven, no oyen, no entienden;
porque no han alcanzado la igualdad de los sentidos. Los sentidos hacen que
de ellos se
desprenda la razón premonitoria y el individuo pueda entender los hechos y
sucesos que no se pueden distinguir a simple vista. En la búsqueda de un
bienestar es importante el razonamiento premonitorio porque es una capacidad
que se nos ofrece para poder conducir la vida por el camino de las
realizaciones sin franquear la libertad de los demás.
Desde la memoria-vida hasta los hipersentidos hay mucho camino que recorrer
para poder alcanzar la estabilidad de la existencia. No es solo tiempo el
que cuenta ahora, sino el manejo de la información genética acoplada con el
conocimiento premonitorio que va dejando en otros rincones del mapa
energético de la especie humana y que se van descubriendo de tiempo en
tiempo en nuestra corta
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