II
31 Benditos
sean los fuertes de corazón, pues ellos conquistarán el corazón de todos.
32
Benditos sean todos los seres de buen corazón, pues ellos serán
reverenciados y aclamados.
33
Benditos sean los audaces y los que creen en ellos, pues ellos conquistarán
el universo para todos.
34
Benditos sean los triunfadores, pues cada victoria es la base del derecho de
todos.
35
Benditos sean los curiosos y los buscadores de nuevas verdades, pues ellos
liberarán a la humanidad de todas las mentiras.
36
Benditos sean los que extienden su mano, pues ellos llenarán de
gratificaciones a todos aquellos que encuentran a su paso.
37
Benditos sean aquellos que desafían a la muerte buscando la vida eterna,
pues sus días serán largos y gloriosos sobre la tierra. Aparatémonos de
aquellos que sueñan con una vida más rica después de la muerte, pues ellos
vivirán en medio de la abstinencia y la oscuridad y nos harán más difíciles
nuestra existencia.
38
Benditos sean los destructores de la falsa esperanza, pues ellos son los
verdaderos Mesías. |
39
Benditos sean los valientes, pues ellos alanzarán grandes tesoros.
40
Benditos sean aquellos que sí saben lo que más les conviene, pues la fortuna
estará a su merced al igual que las más íntimas satisfacciones.
41
Benditos sean aquellos que no temen sondear en la verdad oculta, pues ellos
nos liberaran del engaño y nos apartarán de los falsos maestros.
42 Benditos los hombres que pueden enseñarnos el verdadero
camino y conducirnos hacia la verdadera vida en comunidad.
43 Benditos sean aquellos que pueden derrotar el mal que
nos subyuga, pues ellos alargarán la tranquilidad de todos nuestros días.
44 Desgraciados sean aquellos que pagan con el mal, pues
ellos serán maldecidos y repudiados por todos.
45 Benditos sean los de mente clara, pues ellos despejarán
nuestra oscuridad.
46 Desgraciados sean aquellos que ofrecen mentiras por
verdades y verdades con mentiras, pues ellos serán los abominables seres de
la tierra. |
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