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NYC Nov. 1-2000
Los niños salieron en estampida
las grandes puertas se abrieron con el empellón
y la onda expansiva alcanzó a todos
Corrían en todas las direcciones
buscando llegar a un lugar seguro
Los maestros no sabían que hacer
era un sólo gemir que se escuchaba
venir de todas partes
confundido con el silencio de las entrañas
No había razón
Todos huían como bandada de palomas
al trueno de los tambores
en una plaza pública
Las paredes rojas quedaron
en medio del humo negro que no dejaba respirar
Las miradas de los niños
extáticas
perdidas reflejaban la tragedia
Todos corrían sin dirección
en medio de los escombros
Los maestros lloraban
aferrados a los cuerpos inertes
No había una respuesta
Las plegarias se ahogaron en las gargantas
Una madre llega corriendo buscando a su hijo
y a la abuela sólo le alcanzó la respiración
Una multitud se va recogiendo
buscando entre los desechos
alguna vida para salvar
Nadie sabe nada
Sólo las paredes reconocen al homicida
Sus pisadas ya se han ido montaña adentro
con la satisfacción de misión cumplida
Están alegres
No fueron aprendidos
Hay que caminar selva adentro
donde se encuentra el refugio
y la impunidad es la madre de todos los crímenes
Hay un silencio que se va penetrando
por entre los poros hasta alcanzar la conciencia
que quiere estallar en cualquier momento
Los niños ya se fueron
vestiditos de blanco
y a ti comandante te acompañarán
los fantasmas de todos los que murieron
sin saber la razón
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